O d’Azur, la nueva agua fresca de Lancôme

Cuando llega el verano sustituimos el perfume por el agua fresca, fragancias que nos refrescan en los meses de más calor. Y ahora en el mes de mayo y cuarenta años después de haber creado Ô de Lancôme, la marca inventa una sensación estival una nueva frescura, matizada de sensualidad: Ô d’Azur.
Lancôme reinventa así la historia. Una invitación a la evasión… Compuesta por dos mujeres llenas de talento, Domitille Bertier y Sophie Labbé (IFF), esta agua clara de acentos florales y afrutados nos habla de la dulzura del fin de una tarde de verano. El aire se vuelve deliciosamente fresco, el horizonte azul se despliega hacia el infinito… así es Ô d’AZUR. Cincelada en torno a un corazón de rosa, homenaje al patrimonio de la casa, Ô d’AZUR explora una nueva faceta olfativa del frescor dentro de la línea del gran clásico de la perfumería que es Ô de Lancôme.

Reinventando los aromas mediterráneos, Domitille Bertier y Sophie Labbé escogieron abrir Ô d’AZUR con notas de cabeza inspiradoras y sorprendentes. Para empezar, un acorde de frescor acidulado con acentos adictivos… la inimitable nota de cabeza de limón de Ô de Lancôme se enriquece con un precioso ingrediente: el caviar de limón de Calabria. Obtenido a partir de la esencia de la corteza, aporta una nota que centellea como el estallido de una jugosa pulpa.

El corazón de Ô d’AZUR es un generoso concentrado de pétalos de la más bella entre las flores, la rosa damascena de Turquía. Asociada a la peonía, forma un buqué cristalino en el que se enreda un toque de travesura: una pimienta rosa originaria de Ecuador cuyos aromas vivos exaltan el resplandor de las flores.
Acorde amanerado de fondo, unidas con almizcle, crean una bruma refrescante.

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